Años ha, el inefable Mato#34 acuñó el autoexplicativo término "vagancia perezosa", que se postula como la única explicación posible para no haber escrito ninguna entrada en este blog desde hace cinco meses.
Y no es que no se me haya ocurrido nada que contar en todo este tiempo, es que el bucle infinito "no hagas hoy lo que puedas hacer mañana" hace estragos. Pero bueno, a ver si a partir de ahora escribo desvaríos con más frecuencia.
Para terminar, y dado que un blog se supone que es proactivo, colaborativo y *ivo, lanzo una pregunta para que vosotros, los cientos de miles de internautas (millón arriba o abajo) que a diario visitais esta página, la contesteis en sendos comentarios: ¿cómo afecta la vagancia perezosa a tu existencia y quehaceres diarios? ¿Tienes como yo, menos fuerza de voluntad que la estatua de homenaje al bloguero desconocido? ¿Se te ocurre un chiste más ingenioso para la frase anterior? No respondan ahora, respondan tal que ya.
Nota: A pesar de todo, hay quien me gana. X-D
18 mayo 2006
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6 comentarios:
que haces, que haces, que haces? Que has comio, que has comio, que has comio?
¿Eins? Mi no entender...
Ssomos amigos o no ssomos amigoss?
Hay cura para la alopecia?
Sí sí, lo que tú digas (pobre, está loco)
Hola:
Respondo por boca de un amigo al que le afecta tremendamente lo que tú llamas "vagancia perezosa". Él es así.
¿Cómo afecta la vagancia perezosa a tu existencia y quehaceres diarios?
A mi amigo le afecta en todo su ser y todos sus quehaceres diarios a lo largo del año. Sus padres nos pagan para hacerle todo...y digo to·do.
¿Tienes como yo, menos fuerza de voluntad que la estatua de homenaje al bloguero desconocido?
Bueno, Yo sí que tengo fuerza de voluntad, el que no tiene es aquí el amigo al que represento, que se ha quedado dormido mientras escuchaba "Rimas a un perro rorro rubio", de Rikanio.
¿Se te ocurre un chiste más ingenioso para la frase anterior?
Sí, pero ahora no puedo, se me está quemando el mandril al horno. A ver cuando puedo responder. Si eso, cuando eso, ya eso.
Pero eso sí, recuerde lucir su craneo y queme bisoñés en San Juan, que ya está ahí.
Au!
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