28 junio 2010

Yo te estafo por la mitad de precio

Estaba yo zascandilleando por un conocido hipermercado cuando me di de bruces con el siguiente adminículo, que estaba puesto a la venta por 15 €. Cataclackea la imágen para verla más grande, que vale la pena:


Bien, la verdad es que no sé por dónde empezar.

Supongo que quien más y quien menos ha oído hablar de la Power Balance. La premisa es sencilla: tú pagas 35 €, y a cambio de dan una pulsera con un holograma. Te la pones, y se supone que tus capacidades equilibrísticas (o como se diga) mejoran considerablemente; tal cosa se consigue gracias a que el holograma contiene unas frecuencias que interactúan con tu cuerpo aumentando tu fuerza y resistencia. ¿¿Comorl??, habrás exclamado probablemente la primera vez que hayas oído hablar del susodicho invento. Y en efecto, yo también noto los temblores causados por Hertz, Maxwell y demás gente sapiente revolviéndose en su tumba.

Que la susodicha pulsera es una estafa es una obviedad. Que la gente compra cualquier cosa que tenga una apropiada mercadotecnia es bien patente. Y que entre las pulseritas y la homeopatía el sector farmacéutico ha demostrado carecer por completo de ética profesional, pues por desgracia ha quedado también muy clarito. Pero sobre tales extremos han corrido ya ríos de bits, y el objeto de este desvarío es la "pseudo"-pulsera que hallé al realizar mi compra semanal.

Porque la tal Nordkapp-BAND es en principio una falsificación de la Power Balance original. Pero claro, la pulsera original también es falsa. Por tanto, a riesgo de crear una singularidad espacio-temporal que nos engulla a todos, me planteo los siguientes dilemas ético-epistemológicos:
  • Si se falsifica un producto que en origen ya es falso, ¿se niega la negación dando como resultado un producto auténtico?
  • Desde el punto de vista legal, ¿existe alguna ley que prohíba falsificar un producto que ya de por sí es un timo? ¿Se aplica el "quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón"?
  • Si los creadores de la pulsera original quieren denunciar, ¿qué argumentos esgrimirán? "Tu frecuencia no es tan natural como la mía." "Sí, pero yo la tengo más larga." Tiene que ser divertidísimo leer la documentación de un hipotético pleito al respecto.
Mención especial a la frase que acompaña el envoltorio, que no queda claro si es una parodia o va en serio:

Holograma con Frecuencias Integradas que Ayudan a Restaurar el Equilibrio Electro-Magnético Celular del Cuerpo

Ya me imagino la conversación que dio lugar a la creación del producto:

- ¡Peláez! ¿Qué es eso de las pulseras flower-fragrance que todo el mundo habla?
- Son unas pulseras de plástico con un holograma que se supone que mejoran el equilibrio y la fuerza corporal, jefe.
- ¿Un holo... qué?
- Un holograma, señor. Una pegatina.
- ¿Y son efectivas?
- No pueden serlo, señor. Sólo es un plástico con una pegatina.
- ¡Leñe, pues se venden como rosquillas a 35 €! ¿Y no podemos fabricar nosotros algo parecido a mitad de precio?
- Bueno... poder, podríamos, pero no sería muy étic...
- ¡Pues en marcha! Busca una frase rimbombante para el envoltorio, que suene importante pero que no diga nada, y que empiece la producción.

Y lo más triste de todo es que, al igual que ocurre con las pulseras originales, la respuesta que obtendrás al intentar hacer ver a un comprador que ha sido estafado es... pues a mí me funciona.

Actualización 24/8/2010: Véase el sexto comentario de esta entrada para una demostración empírica del párrafo anterior.

BONUS: El otro día tomé una foto de Kyoko. Hasta aquí nada inusual, pero el caso es que al verla, la interesada dijo: "Qué bien he salido. Esta foto sí puedes ponerla en tu blog." Como tal cosa ocurre con menos frecuencia que los febreros con 34 días, he decidido aprovechar la situación. Así que para el que aún no la conozca, he aquí la madre de mis hijos:

BONUS 2:




- Seleccionar... copiar... pegar... reducir... ¡listo! Me ha quedado perfecto.

25 junio 2010

Un clásico

Tenía ganas de probar comixed, así que aprovechando una visita entre amigos que por alguna razón ha salido en los periódicos, he reeditado un clásico adaptándolo a los tiempos modernos.


08 junio 2010

El coche perfecto


Si lo entiendes, enhorabuena: ya eres un konamimanólogo certificado.