30 octubre 2007

El exhibicionista

Mucho cuidado con él, chicas...


01 octubre 2007

Granadeando

Viva Graná que es mi tierra,
viva el puente del Genil,
la Virgen de las Angustias,
la Alhambra y el Albaicín

Tal que así reza la suerte de haiku que figura en un bonito plato cerámico que adorna una de las paredes del domicilio de mis progenitantes. En efecto, ellos son oriundos de la susodicha ciudad andaluza, y si bien yo soy antequereño de nacimiento y mallorquín de adopción (hasta el punto de desayunar ensaimada con sobrasada día no y día tampoco), en mis tiempos de tierno infante e incluso de espinilloso púber he viajado con frecuencia a tierras granadinas.

Años enteros hacía ya que no me dejaba ver por tales lares, así que la semana pasada, aprovechando un breve período vacacional, crucé el charco con toda la familia con el único propósito de recopilar material para este relato bloguero (friki que es uno).

Como ya habréis imaginado, el jefe Kaito fue quien mejor se adaptó, tras un emocionante viaje, a las dos principales actividades granadinas, a saber, el tapeo y el cante jondo:

Kaito sumamente emocionado en el viaje de ida



- ¡Mozo! ¡Tráigame otra de biberones en su tinta!



- Aaaay ay ay ay... caaanta y no lloreees... (o algo así)


Por cierto, es menester echar un vistazo al salón de la chozita que mis señores padres se gastan, situado en una urbanización montañera cerca de Padul:

- Uf, qué sofoco... creo que le pediré a Bautista un gazpachito on the rocks.



Una de las actividades principales que llevamos a cabo una vez aclimatados fue, por supuesto, el comercio al por mayor:

Tapeando en Los Pipos (C/. Cañaveral, 5)



- Uf, qué hambre... es hora de dar buena cuenta del pan que traje bajo el brazo.



Los Italianos (Gran Vía de Colón 4) sirve suculentos helados, como demuestra la cara de satisfacción de la dama de la foto.



Churros hermosotes en una cafetería llamada "Fútbol" o algo así. Nótese el chocolate con bizcocho (!) situado detrás.



Gracias, prefiero el hojaldre del hombre pulcro.



- Psé, no está mal. Puede darle una propinilla al chef.



Plato alpujarreño, la versión termonuclear de las bombas de colesterol



Mención especial merece Il Gondoliere, una pizzería situada en Martínez Campos 24 y en Avda. Palacio de Deportes 16. Baste decir que junto al susodicho establecimiento había un Telepizza completamente vacío.

Hermosa pizza situada junto a un objeto de uso cotidiano para apreciar su magnitud



Pizza de espaguetis, el colmo del pastafarismo



- Hummm... aroma afrutado con regusto a esencias del bosque y bouqué afrancesado... sí, esta agua es cosa fina.



- De postre tomaré esto, y esto otro.
- Anda que es tonto, el niño...



Algunos diréis, no sin el correspondiente raciocinio, que un viaje a Granada no es un idem sin la correspondiente visita a la Alhambra. Así que por el qué dirán y todo eso, nos dimos una vuelta por tal complejo histórico:

- Uf, así a lo tonto me están entrando unas ganas de hacer pipí...



- ¿Aquí están las mazmorras? Je, qué gracia... ¿puedo ver algún esqueleto o algo?



- ¿Qué dices? ¿Que no me ponga delante de dónde?



- No está mal, pero me tira un poco de la sisa...



La familia que alhambrea unida, se afotea unida.



Hubo tiempo también para el consabido paseo pseudaleatorio que tan bien funciona como excusa para mostrar fotos totalmente inconexas:

- Mira hijo, ese de ahí atrás es Colón.
- Y si tanto se colaba, ¿por qué le poneis una estatua? Estos mayores son raros raros...



ROUND 1. FIGHT!



- Mira, ¿ves como sí que se podía abrir el árbol?



Esto es lo que menos esperaba yo encontrar por aquí



Granada, paraíso de los ajedrecistas


Lo que vais a ver ahora es un lugar histórico de suma importancia para el mundo obsoleto. En el punto exacto mostrado por la foto (arco de las Cucharas esquina con calle Mesones), que ahora alberga un comercio de secretos mujeriegos, existía antaño una tienda de electrocosas llamada Sánchez Centro Hogar. Fue precisamente aquí donde, en diciembre de 1987, los reyes magos (o su representante legal) adquirieron el Nemesis 2 que me fue dado en adopción unos días después. Hasta incluso recuerdo haber visto un MSX con el Vampire Killer en el escaparate. Suerte tenéis de poder ver esto aquí, porque inexplicablemente, dicho emplazamiento no figura señalado en ninguna de las guías de la ciudad.

- Buenas, ¿les ha llegado ya el SD Mesxes #18?



La foto a continuación también tiene su chiste. Resulta que para mejorar la movilidad familiar, una prima mía que por aquellas tierras reside nos prestó un utilitario durante un par de días. Pero no se trataba de un automóvil cualquiera, sino de nada más y nada menos que un Twingo. Y encima, no era cualquier Twingo: era el Twingo que fuera propiedad de mi madre durante años enteros, y que finalmente fue vendido a la susodicha prima. Vamos, un deyavú que ríase usté de los cuelgues de Matrix.

Obsoleto feliz con máquina obsoleta



Pero el lugar más típicamente granadino de todos los que visitamos fue La Esperanza, sito en C/. Álvaro de Bazán 12. Andábamos deambulando por la mencionada calle cuando a lo lejos vimos el cartel de la tienda, consistente en un enorme punto rojo a semejanza de la bandera nipona. "Será el típico todo a cien chino", pensamos para nuestras afueras. Imaginaos nuestra estupefacción, sobre todo la de mi señora cónyuga, cuando al aproximarnos más descubrimos que había periódicos japoneses (no chinos, aunque sea lo mismo) a disposición del respetable. Una vez dentro, resultó que la dependienta también era natural del mismo archipiélago asiático, y regentaba un comercio que tenía un aspecto tal que así:

Típica máscara granadina para pasar desapercibido



Típicos alimentos granadinos



Típicos productos granadinos



Típica dependienta granadina



En fin, por desgracia, todo lo bueno se acaba, y al final hubo que volver a la estresante rutina (10 GOSUB TRABAJO: GOTO 10). Snif, pero si es nif.


Excursión hasta el avión cortesía del aeropuerto de Granada



Kaito sumamente emocionado en el viaje de vuelta



Plato alpujarreño casero cortesía de los choricitos regalados por mi madre



Moraleja-haiku:


Dale limosna mujer
que no hay en la vida nada
como la pena de ser ciego en Granada