30 mayo 2006

Teclado venerable

Este que veis aquí es el teclado que estoy usando ahora mismo en mi PC:


Y por detrás:


Se trata de un teclado Cherry que data nada menos que de 1990. El ordenador original era un 386SX a 16MHz, con 1MByte de RAM, disco duro de 40 MBytes, tarjeta VGA, monitor en color, disketera de 3.5" de serie y MS-DOS 4.0 original. Como veis, todo un maquinón para su época. Creo recordar que mi padre se gastó cerca de medio milloncejo de pesetas en él (sólo el ratón, que compró por separado al poco tiempo, le costó 10.000 castañas). Yo por aquel entonces era un espinilloso adolescente de 16 añitos.

Os preguntareis por qué a día de hoy sigo usando esta reliquia. Bien, este teclado posee ciertas cualidades de las que carecen sus homólogos actuales. Son detallitos que pueden parecer gilipeneces pero a mí me hacen gracia, verbiidem:

  • Ausencia de las infames teclas del Windows.
  • Ausencia de las tan de moda teclas multimedia.
  • Teclas de pulsación ligeramente dura y ruidosa.
  • Robustez (a ver qué teclado actual aguantaría tantos años).
  • Aspecto de haber salido directamente de la película Juegos de guerra.
  • Y, por supuesto, obsolescencia. :-P
No sé explicarlo bien, pero usando este teclado tengo más sensación de "estar usando un ordenador". Me recuerda a esa época en la que tener conocimientos de informática implicaba realmente saber cómo funcionaba un ordenador, desenvolverse bien con el MS-DOS, incluso saber programar. Nadie pensaba que "Bill Gates había inventado los ordenadores", los idems no se vendían como churros, no existía el Windows, nadie sabía lo que era Internet...

En fin, que la entrada de hoy sí que puede llamarse con propiedad un desvarío. Prometo escribir algo realmente interesante un día de estos.

(PostCosa: Otro día os enseñaré el modem que usaba en aquella época, un "monstruo mecánico" capaz de unos apabullantes 1200 baudios, digno de aparecer en un capítulo de Mazinger Z).

27 mayo 2006

Asimov en la publicidad

Hojeando una revista que por mi casa andaba, me encontré con el siguiente anuncio a página completa de una conocida empresa automovilística alemana (mil perdones por la pésima calidad de la fotografía):

Este anuncio me llamó la atención atención por la "frase ingeniosa" (o como se llame en terminología publicista) que aparece en la parte inferior izquierda del mismo:

Hay quien sueña con la eternidad y no sabe qué hacer un fin de semana lluvioso.

Pues bien, en cuanto leí la frase, me vino a la cabeza el genio entre los genios de la literatura de ciencia ficción. Me estoy refiriendo, naturalmente, a Isaac Asimov. ¿Y ello por qué? Pues porque una frase muy, pero que muy similar, aparece en un relato suyo escrito en 1955. Se trata de The last trump, o en su traducción al español, "La trompeta del juicio final".

Si quieres leer el relato completo, lo tienes aquí, pero te lo resumo. Resulta que un buen día suena la trompeta del juicio final. Todo el universo desaparece excepto la Tierra, en la que los muertos resucitan y los vivos comprueban cómo todo lo construido por el hombre se desintegra poco a poco y la orografía del planeta va desapareciendo, quedando en consecuencia la superficie de la Tierra completamente plana. La humanidad queda pues condenada a vivir eternamente sin estímulos de ningún tipo ni universo que observar, literalmente muerta de aburrimiento. Entonces pasa "algo" que no os cuento para no chafar el final.

El fragmento de interés, en el que aparece la susodicha frase, es el siguiente:

—Encontré a un hombre que pensaba que todos habíamos sido ya juzgados y estábamos en el cielo —dijo.

—¿Juzgados? Sí, me imagino que lo estamos. Nos enfrentamos ahora a la eternidad. No nos queda ningún universo, ni fenómenos exteriores, ni emociones, ni pasiones. Nada, sino nosotros mismos y el pensamiento. Nos enfrentamos a una eternidad de introspección, cuando nunca, a lo largo de la historia, hemos sabido qué hacer de nosotros mismos en un domingo lluvioso.

—Parece como si la situación le molestara.

—Mucho más que eso. Las concepciones dantescas del infierno eran pueriles e indignas de la imaginación divina. Fuego y tortura... El hastío es mucho más sutil. La tortura interior de una mente incapaz de escapar de sí misma en modo alguno, condenada a pudrirse en la exudación de su propio pus mental por toda la eternidad resulta mucho más refinada. Sí, amigo mío, hemos sido juzgados... y condenados. Y esto no es el cielo, sino el infierno.


¿Qué os parece? Demasiada casualidad, ¿verdad?

Pues eso, entre tanto anuncio chorra que uno se encuentra por ahí, es agradable ver de vez en cuando referencias culturales de este tipo. A mí desde luego me ha sorprendido muy gratamente, pues todo lo que he leído de Asimov me ha gustado mucho y creo que semejante talento tiene bien merecidos cuantos similares homenajes se le dispensen (qué bien hablo, coño).

25 mayo 2006

QR Code

Si sois tan frikis como yo, alguna vez habreis echado un ojo a alguna revista o web japonesa, aún sin entender nada (el frikismo es lo que tiene). Es probable entonces, que os hayais topado más de una vez con un batiburrillo de píxeles parecido a esto:

Y guiados por vuestra innata curiosidad, a buen seguro os habreis preguntado: ¿qué es esto?

Pues bien, este aparente galimatías es el llamado QR Code (de Quick Response), un código de barras bidimensional desarrollado en 1994 por la empresa japonesa Denso-Wave y estándar ISO/IEC18004 desde el año 2000.

Algunas caracterísiticas interesantes de estos códigos:

  • Tamaño variable, desde 21 módulos de lado (los módulos son cada uno de los puntos blancos o negros) hasta 177 módulos.
  • Gracias a las tres marcas de control de las esquinas, es posible su lectura desde cualquier ángulo.
  • Usa el método Reed-Solomon de corrección de errores (el método usado para almacenar la información en los CDs), de forma que si el código está parcialmente dañado puede seguir siendo legible. Permite elegir entre cuatro niveles de corrección (cuanto mayor es el nivel, se necesitan más módulos para almacenar la misma información).
  • Distingue entre cuatro tipos de datos: números, letras, carácteres japoneses (kana/kanji) y datos binarios. Pueden usarse varios tipos simultáneamente.
  • Tiene una capacidad máxima de almacenamiento de 7089 caracteres (sólo números, tamaño máximo y corrección de errores mínima).
Si bien Denso-Wave posee la patente sobre estos códigos de barras, permite su uso libre, y la especificación completa puede comprarse en la web de la ISO.

Ahora bien, después de tanto rollo os estareis preguntando: ¿y qué narices pinta un código de barras en el anuncio de una revista?

Foto tomada de eyebeam.org

Pues bien, se te pasa por alto un pequeño detalle: al contrario que esta nuestra querida piel de toro, Japón es un país civilizado. Y como tal, los teléfonos móviles son de verdad, y con la cámara de fotos del móvil se pueden leer y decodificar QR Codes.

Imagínate que vas por la calle y lees en tu revista favorita un anuncio del Restaurante Delicias Obsoletas, y decides que vas a aprovechar y comer allí. Le haces una foto con tu móvil al QR Code incluído en el anuncio, y una vez decodificado, la información resulta ser la dirección de la web del restaurante. Abres la web con tu móvil (porque en efecto, los móviles en Japón tienen conexión a internet efectiva y barata), consultas el mapa, te pillas el tren adecuado (sí, en Japón hay trenes para ir a casi cualquier sitio) y listos. Eso sí que es tecnología aplicada.

También hay QR Codes en páginas web, imagino que para poder "llevarte" en el móvil las webs que ves en casa. En esta página puedes generar un QR Code para una URL cualquiera (el primer campo te pregunta el título, el segundo la URL, el tercero el tamaño y el cuarto el color).

Pues eso, nunca te acostarás sin tener sueño, o algo así. Para más informeshon: Página sobre QR Code de Denso-Wave en inglés.

24 mayo 2006

Vuestro kungfú no es tan bueno como el mío

No sé qué podría comentar sobre esto.

Quizá que don Pazos trajo ese traje de ninja desde el mismísimo Norte, probablemente ya con aviesas intenciones. O que ni mi padre tiene ya ese R21 ni Ramoni tiene ya ese R4 (descansen como puedan). O que puedo dar fe de que, en efecto, la materialización instantánea del perro no estaba preparada. O que a la salchicha gigante que uso como arma la llamábamos cariñosamente El Chicharro Gordo. O que lo más difícil fue explicarle a Chiho la escena final ("que no, que no es que Pazos se caiga de culo porque te equivoques, es que la escena es así").

Aunque probablemente, lo más inteligente que pueda decir de esta superproducción de 1998 es: Unas riiisaaas...

Pasen y vean: Ninja Malo vs Malo Muy Malo.



Nota: "Vuestro kungfú no es tan bueno como el mío" es lo que dice nuestro héroe antes de la transformación, mientras señala a los tres villanos y a sí mismo.

23 mayo 2006

USB y obsolescencia (I)

Como buen obsoleto que eres (supongo, y si algún ser humano "normal" llega a leer este blog ya sería un acontecimiento curioso y significativo), ya debes saber que estoy metido en el proyecto de desarrollo de un controlador USB para ordenadores MSX (bueno, Dumas en realidad hace más cosas, pero la parte USB es la más "espectacular"). En este desvarío voy a contar cómo empezó la confección de esta camisa de bastante más de once varas.

Pues bien, lo creas o no, la cosa comenzó como un arranque de orgullo obsoleto. ¿Lo cualo qué? Un buen día recibí este emilio, en el que se anunciaba ni más ni menos el desarrollo de un controlador USB para ordenadores Atari XL/XE... y lo primero que se me pasó por la cabeza fue el siguiente ataque de orgullo obsoleto que acabaría siendo más que una declaración de intenciones:

No puede ser que esta gente tenga USB y nosotros no. Hay que hacer algo.

Y lo primero que hice fue un poco de "espionaje industrial" en la propia web del proyecto para Atari, para ver en líneas generales cómo habían montado el invento y qué hacía. Vi entonces que usaban un Cypress SL811HS como chip controlador USB. Me bajé el "datachit" del susodicho, y llegué a la conclusión de que en efecto, resultaba ser un controlador muy adecuado para proyectos obsoletos por su bajo coste y su simplicidad.

Acto seguido contacté con Daniel Berdugo, posiblemente el gaditano más obsoleto del universo, que ya había diseñado y fabricado el hardware de un proyecto similar en el que me había enfrascado: ObsoNET, la tarjeta ethernet para MSX.


Por supuesto, semejante frankenstein del hardware no pudo resistirse a meterse en el fregado. Y mientras, a mí me tocó un periodo de aprendizaje e inmersión en documentación sin precedentes. Concretamente, me tocó empollarme, para empezar, el estándar USB. El cual es cualquier cosa menos simple. Tuve que leerlo, releerlo, preguntar en el foro de desarrolladores de USB, buscar información por internet, etc... hasta conseguir entender algo.

Está muy claro, ¿verdad?

Después, si por supuesto se debía dar soporte a los dispositivos de almacenamiento, tocaba echarle un ojo al estándar para dispositivos de almacenamiento USB, tanto para disketeras como para dispositivos de almacenamiento en general. Esos documentos sólo cubren la forma de transportar los comandos; los susodichos se toman directamente del estándar SCSI.

A todo esto hay que añadir, evidentemente, la documentación oficial del Sl811HS; que para variar (con el controlador de ObsoNET me pasó lo mismo), no está del todo clara y es necesario buscar la documentación oficiosa y los ejemplos de código que hay despertigados por el interdem.

Y con todo ese armamento cognitivo, ya estábamos en disposición de fabricar un prototipo, hacer pruebas e ir pensando en una BIOS... pero eso será otro desvarío.

22 mayo 2006

Mis friki-regalos de cumpleaños

Vale, mi cumpleaños fue en febrero... pero aprovechando esta temporal victoria sobre la vagancia perezosa, quiero mostraros los caramelitos que me regaló mi señora con motivo del susodicho evento.

Resulta que Kyoko es plenamente conocedora de que dentro de mi frikismo por el MSX, sobresale con luz propia un subfrikismo por todo lo que huela a Gradius (Nemesis en estas pecadoras tierras occidentales), así que el día que cumplí seis bits me sorprendió con lo siguiente:


¿Que no sabes lo que es? Fíjate bien:



Bueeeno, venga, para que no sufras más:


Pues sí, es un Vic Viper procedente de una serie limitada que lanzó Konami. Comprado a través de Internet después de una incansable búsqueda.

Pero eso no es todo, amigos. A fin de poder lucir mi frikismo allá donde vaya, el segundo regalo consistió en lo siguiente:

Un análisis concienzudo del dibujo central nos muestra lo siguiente, también made in Konami (haciendo click en la imagen vereis una versión más ampliada):


Lo bueno de esta camiseta es que tiene una cápsula de repuesto en la manga, de forma que en caso de emergencia, siempre puedo activarla y aumentar así mi velocidad:


En fin, ante la magnitud de tal agasajo sólo puedo exclamar: ¡Arigato gozaimasu, Kyoko!

19 mayo 2006

Japonesitas y cochecitos

Vale, este video es un poco una tontipollez... pero me encanta, sobre todo la parodia de la "movilmanía" y la pelea final (enlace alternativo por si no te rula el flash).



Y para compensar, algo un poco más "jevi" que los que seais de mi quinta o más mayores quizá recordareis. Yo no levantaba un palmo del suelo pero no me perdía ni un capítulo... ¿a quién meteríais en este coche? X-D (Esto mismo y los capítulos del programa aquí; aún no están todos, don Paco los va colgando periódicamente).



Nota: El coche va a 145 Km/h, y sin efectos digitales ni ná. Acolchonante.

18 mayo 2006

La vagancia perezosa

Años ha, el inefable Mato#34 acuñó el autoexplicativo término "vagancia perezosa", que se postula como la única explicación posible para no haber escrito ninguna entrada en este blog desde hace cinco meses.

Y no es que no se me haya ocurrido nada que contar en todo este tiempo, es que el bucle infinito "no hagas hoy lo que puedas hacer mañana" hace estragos. Pero bueno, a ver si a partir de ahora escribo desvaríos con más frecuencia.

Para terminar, y dado que un blog se supone que es proactivo, colaborativo y *ivo, lanzo una pregunta para que vosotros, los cientos de miles de internautas (millón arriba o abajo) que a diario visitais esta página, la contesteis en sendos comentarios: ¿cómo afecta la vagancia perezosa a tu existencia y quehaceres diarios? ¿Tienes como yo, menos fuerza de voluntad que la estatua de homenaje al bloguero desconocido? ¿Se te ocurre un chiste más ingenioso para la frase anterior? No respondan ahora, respondan tal que ya.

Nota: A pesar de todo, hay quien me gana. X-D

13 diciembre 2005

Enviciadas

Con motivo de su veintimuchos cumpleaños, acabo de regalarle a Kyoko una Nintendo DS. Ya sabeis, esa consola con pantalla doble (una de las cuales es táctil), un micrófono, y conexión inalámbrica para jugar con otros colegas que también tengan un juguetito de estos.

Pues bien, parece ser que esta consola engancha bastante... si no, no me explico cómo pudo pasar cuatro horas ininterrumpidas (¿o fueron cinco?) jugando al Mario Kart DS con dos amigas, como se aprecia en el siguiente documento gráfico:



Después probé yo y en efecto, engancha bastante... incluso con juegos mayormente tontos y simples como el Wario Touched (o como se llame). El truco está, creo yo, en la pantalla táctil.

Por supuesto, ahora se trata de investigar el tema del emulador de MSX para Nintendo DS que hizo (creo) alguien de los nihones...

07 diciembre 2005

Destino y obsolescencia

A veces pienso que realmente el destino quería que me conviertiera en mesxesiano ilustre/obsoleto consumado. Esto es así porque en múltiples ocasiones a lo largo de mi vida, diversas circunstancias estuvieron a punto de impedírmelo y llevarme por otros derroteros, pero milagrosamente mi historia obsoleta siguió su curso inexorablemente hasta llevarme a la posición de liderazgo social en la que me encuentro actualmente.

Para llegar al origen de este desvarío, tenemos que remontarnos a una época en la que yo tenía menos estatura y más pelo: mediados/finales de 1985. Fue entonces cuando pronuncié la frase con la que comenzó todo:

"Papá, para reyes quiero un ordenador"


Que me cuelguen (excepción no controlada de tipo 0xE en 0xQWERTY) si yo sabía lo que era un ordenador o para qué servía... sólo sabía que mis amigos ya tenían o iban a tener uno de esos aparatos, así que yo no iba a ser menos.

Como no especifiqué el tipo de ordenador (en aquellos tiempos no era tan fácil como simplemente decidir cuánta RAM y CPU queremos), el hecho de que el elegido fuera un MSX fue pura coincidencia... o destino. En al menos dos ocasiones, a punto estuvo de terminar la historia de modo distinto. Recuerdo a mi padre soltar esta frase lapidaria en casa:

"Entonces decidido, compramos el Spectrum, ¿vale?"


Y yo estaba de acuerdo. No recuerdo qué impidió que tan maléfico plan se acabara cumpliendo.

En otra ocasión, estábamos en un Carrefour (por aquel entonces, Agrupación Geográfica de Naciones) y otra frase aún más lapidaria si cabe salió de labios de mi progenitor:

"Venga, pues nos quedamos este Amstrad."


Y de nuevo, yo estaba de acuerdo... pero, oh fatalidad (que acabó siendo providencia), mi padre no tenía dinero y se había dejado la tarjeta debiticia en casa.

Del resto del proceso decisorio ya no fui partícipe, sólo sé que para enero de 1986 yo ya tenía en mi mesa un flamante Canon V-20 como el de la foto (el mío ya no lo tengo) con un no menos flamante logotipo MSX en su carcasa.


El siguiente hito en mi destino obsoleto se produce justo un año después, cuando articulo la siguiente frase:

"Papá, para reyes quiero un juego de naves en cartucho"


Por 34 gallifantes, ¿cuál fue el juego ganador? Premio para el caballero o caballera:


Después de este llegaron más... el Nemesis 2, el Salamander... hasta que algo falló al llegar al Nemesis 3. Me enteré de la existencia de este juego gracias a unas fotos de la revista Input MSX (¿recordais? Las fotos que luego resultaron ser del "Nemesis 2 beta"), pero no había forma de encontrar el juego en las tiendas. Hasta que un dependiente de El Desaire Británico nos soltó la siguiente perla:

"Es que el MSX ya está anticuado"


Unicamente mi corta edad y mi candor infantil me impidieron descuartizar allí mismo a ese individuo por haber soltado semejante herejía. ¿El MSX anticuado? ¿Pero qué se ha creído? ¿Cómo se atreve? Imposible. Debe ser un becario o algo así.

Finalmente encontramos el juego... por correo, en Mail Soft. Genial, pensaba, la búsqueda ha dado sus frutos y seguro que soy el único mesxero en España que tiene ese juego. Hasta que por casualidad, en una papelería veo lo siguiente:


¿Cómo que "cómo terminar Nemesis 3"? ¿Es que hay alguien más que tiene ese juego? ¡¡Mamá, cómprame esa revista!!

En ese momento comenzó otra época peligrosa. Sin juegos nuevos de MSX en las tiendas (entiéndase por "juegos" los de Konami, para mí todo lo demás era bazofia), mi padre me dice que vamos a comprar un PC, porque es el futuro y todo eso. Y yo: pues vale. Empezamos a buscar y rebuscar, y en Galerías Preciados vemos uno bastante económico (apenas un par de cientos de miles de pesetas), pero eso sí, con CGA y pantalla monocroma. A mis progenitores eso les da igual, pero a mí no me hace mucha gracia. Total que lo dejamos estar, y de vuelta a casa, esta vez es mi madre la que suelta una frase histórica:

"¿Y si compramos ese PC para papá, y para ti un Amiga?"


Y yo, ¿adivinais qué dije...? "Vale". Pero mi padre dijo: "Ahora no vamos a volver, ya iremos otro día". Cosa que providencialmente no hicimos.

Al final la máquina elegida fue un 386SX con VGA, todo un prodigio de la tecnología en aquella época (1990). Yo aún conservaba el MSX, pero el susodicho estaba, como quien dice, en la cuerda floja. Apenas lo usaba y le dedicaba más tiempo al PC, su MS-DOS y esas cosas (¿veis? Todos tenemos nuestro oscuro pasado). La revolución vino de repente, de la mano de la MSX Club, que seguía comprando. En una noticia, o comentario, leí algo como esto:

"Space Manbow, shotemup de Konami para MSX2"


¿Shotemup... de Konami... para MSX2? No tardé más que un par de milisegundos en llegar a la conclusión lógica: necesitaba un MSX2. Por suerte, años de nemesizamiento habían dejado su huella.

Comenzó entonces el escrutino de los anuncios de segunda mano de la MSX Club. Por aquel entonces era normal encontrar cosas como "Vendo Philips NMS8245 por 50.000 pesetas", todo un fortunón. Paralelamente se imponía un proceso de enjabonamiento paterno, ya que eran ellos quienes sufragarían tal actualización tecnológica. Un buen día mi madre soltó la frase de la que probablemente se arrepintió:

"Pues para comprar un MSX2 usado, mejor un MSX2+ nuevo."


Y así fue... a mediados de 1991, después de una laaaaaarga espera, recibí de manos de LASP (empresa/individuo que merece una disertación aparte) un Sanyo Wavy FD ampliado a 128K y ¡¡con disketera!!:


Era por cierto la época del "Coleccionable de Japón" de MSX Club, gracias al cual aprendíamos que en aquel sagrado país había unos juegos despatarrantes que quizá algún día nosotros, pobres mortales, podríamos llegar a ver.

Poco después cerró MSX Club, pero yo y otros obsoletos, mayormente el inefable Saver (el que se queja de que no programo mi propio blog... yo por mi parte me quejo de que él ya apenas toca su MSX), llevábamos ya una inercia imparable, y por medio del teléfono y de las BBS (que en esa época no había interdem) nos pusimos en contacto con otros miembros de la resistencia obsoleta, y hasta incluso surgió la loca idea de hacer un fanzine. El MSX oficial había muerto, dando paso al MSX friki.

Lo que ocurrió desde ese momento es otra historia que ya contaré en otro desvarío.

La conclusión está clara... a pesar de las múltiples zancadillas del azar, he llegado a ser un obsoleto de pro y a hacer grandes cosas (y salvar el mundo y bla bla...), lo cual nos lleva a la lógica conclusión de que el destino me quería donde estoy ahora, y lo dejo ya que han venido unos señores con una camisa de fuerza que no sé qué quieren.