30 decadencias

Había una vez un niño, un poco putoso pero a pesar de todo buena persona, que vivía cerca de otro niño que con el tiempo se convertiría en Líder de la Sociedad. El niño putoso tenía un ordenador MSX2 que usaba sacrílegamente para cargar juegos de cinta españoles, y ya estaba pensando en comprarse un Comodones Amiga cuando el niño líder llegó justo a tiempo para rescatarlo y meterlo en la secta de los Turbo-Rs y los videojuegos nipones.

Con el tiempo, el niño putoso creció y se convirtió en un apuesto galán que allá donde fuera, conquistaba a guitarras y japonesas por igual.

Caballeresca postura, agilidad y hermosura...

- ¿Seguro que con esto puedo jugar a los juanquers?
- Claro que sí. Luego te lo explico en privado, muñeca.

...alma fiera e insolente, irreligioso y valiente...

Sin embargo, poco a poco el galán putosero empezó a comportarse de forma extraña...




...hasta que acabó de la forma más humillante posible: malviviendo en la calle como un Mestre Jaume cualesquiera. Aquí lo vemos en su nueva vivienda habitual:

- So... sólo tengo que juanquear el cajero y vol... veré a ser rico y poderoso... hips...

El porqué de esta triste degeneración está en el inexorable paso del tiempo. Sí señores, este sujeto cumple hoy 30 decadencias. El pobre no ha podido soportar tal circunstancia, puesto que ahora que se supone que es adulto y responsable, ya no puede desarrollar las infantiloides actividades que acostumbraba, verbigracia:

• Alimentarse a base de chuches (mayormente regaliz negro)
• Capturar japonesas y exhibirlas en vitrinas
• Hacer juegos obsoletos incompletos
• Componer música claustrofóbica
• Decir "ijiji", "anayaaamal" o "amimaregarosha"
• Merendar un pimiento rojo en el Ambodris
• El chicharro gordo

Sin embargo todavía hay esperanza, pues como se puede apreciar en la siguiente instantánea, se le ve con ganas de sentar la cabeza y perpetuar la especie... siempre que aprenda cómo se consigue tal hazaña, claro.

- ¡Cómo mola! ¡Yo quiero uno! ¿Dónde los venden?
- (Jolines... este está aún peor que mi papá...)

Nota: la primera foto ha sido vilmente robada a Matra, y la séptima, al friki.