13 julio 2006

Kubunteando

Estimado lector o (cosa improbable) lectores: hoy voy a hablar de un tema propio de jaquers, comunistas y frikis en general. Avisado estás por si quieres encarrilar tu navegación hacia derroteros más ortodoxos.

Seguramente habrás oído por ahí, en plan medio leyenda urbana, que es posible ponerle al ordenador una cosa software llamada Linux. "¿Y qué? A mi ordenador yo le pongo muchas cosas", dirás henchido de convicción. ¡Ah! Pero es que este tal Linux es un sistema operativo, es decir, una cosa que no se instala en Windows sino en vez de Windows. Sí sí, no pongas esa cara: es tan mismo como la vida real.

De hecho, yo mismo he tenido contactos semiclandestinos con dicha cosa software. Sin ir más lejos de Tegucigalpa, gracias a Linux y a sus adminículos pppd y tcpdump pude probar y depurar mis pilas TCP/IP obsoletas, InterNestor Suite e InterNestor Lite, a la sazón razonablemente populares. No obstante, con posterioridad a la finalización de tales proyectos volví al redil windosero.

El tiempo pasó, y me encuentro en estos momentos con un ordenador de cuatro años de antigüedad (y que ya cuando lo compré no era precisamente lo último de lo último), un Windows 2000 que hace otros tantos años que fue instalado (imaginaos el increíble rendimiento que proporciona), y la imposibilidad de ver pinículas sin que el sonido salte, por falta de drivers para la tarjeta gráfica.

Así pues, para salir de este círculo guarrete, digo vicioso, se me presentan dos opciones:

  1. Comprar un ordenador nuevo con el Windows XP preinstalado (y con mi alma prevendida a Microsoft, como siempre).
  2. Seguir usando mi ordenador antiguo y ponerme otra vez Linux (sin levantar mucho la voz, por si alguien me oye), que dicen que no necesita tanta máquina como el Ventanas.

Evaluando el coste de la operación y mis capacidades científico-técnicas, he optado por la segunda opción, a ver qué pasa.

Os pongo en situación para por si. La máquina en la que pretendo instalar este SO-que-no-es-Windows tiene las siguientes características, digo, caracteriscas:

  • Procesador AMD Duron a 900 MHz.
  • 384 MB de RAM.
  • Un disco duro de 80 GB y otro de 13 GB.
  • Tarjeta gráfica Voodoo Banshee.
  • Tarjeta sónica SoundBlaster 64.
La idea es instalar Linux en el disco de 13G y por el momento dejar el de 80G tal como está, es decir, con el Windows instalado (y con la carpeta Mis Documentos totalmente caotizada y llena de cosas, tanto útiles como inútiles).

En cuanto a la distribución, oí hablar de una tal Ubuntu, que se autoproclama "Linux para seres humanos". Bien, yo ante todo soy obsoleto, friki, japonófilo y cada vez más calvo; pero aún así, aún me queda algo de ser humano, de forma que probablemente soy apto para esta distribución (o al revés). Peeeero, como ya he dicho antes yo no soy completamente nuevo en esto de Linux, y sé que hay dos escritorios distintos para el idem: KDE y Gnome (bueno, hay más, pero estos son los más famosetes). Ubuntu viene con el Gnome, pero a mí me gusta más el KDE (manías que tiene uno), así que para fastidiar, en vez del Ubuntu normal y corriente decidí decantarme por el Kubuntu, es decir el Ubuntu con KDE.

Con determinación y paso firme, me bajé la imagen de CD de Kubuntu 6.06 desktop, la tosté en un CD, reinicié la máquina computadora con el CD metido y esto es lo que vi al cabo de pocos Hz^-1:


Con la tranquilidad de quien no tiene nada que perder, dejé la primera opción tal como estaba y pulsé Enter para iniciar la carga desde el propio CD. Al cabo de un rato, apareció algo... pero... ¿qué es esto? Parece un escritorio, pero ¡está a 640x480! ¡Qué horror! Nada, reset y a seleccionar la segunda opción del menú: Start kubuntu in safe graphics mode. Esperamos a que vuelva a cargar y... bueeeno, esto es otra cosa:

Imagen tomada de www.linuxsoft.cz

No está mal la idea: el CD arranca una distribución en vivo del sistema operativo, puedes juguetear un poco (evidentemente con ciertas limitaciones, y leyendo continuamente del CD), y si te gusta, le das al icono del escritorio y lo instalas en tu disco duro.

Tras darle al icono de instalación, tendremos que responder a unas pocas preguntas: cuál es nuestro idioma y distribución de teclado, en qué zona horaria estamos, qué nombre de usuario y contraseña queremos, y en qué disco duro se realizará la instalación (podemos borrar el disco por completo, o bien redimensionar una partición). Después de eso, la instalación comenzará de forma totalmente automática, sin que tengamos que intervenir para nada. Así de simple.

Recuerdo que antaño, instalar Linux implicaba pasar un buen rato respondiendo preguntas de índole técnica: qué servicios quieres instalar, qué módulos quieres añadir al kernel, qué tamaño quieres para la partición de intercambio... en fin, parece que se han tomado en serio eso de "para seres humanos"; si bien yo eché de menos una opción de instalación avanzada, no me quejo.

Truqui: Antes de dar paso a la instalación, asegúrate de que la red está bien configurada y de que tienes acceso a internet (dale a la "K" gorda de la esquina inferior izquierda, selecciona "Preferencias del sistema", desde ahí "Parámetros de red", pulsa "Modo administrador" y configura lo que tengas que configurar). Para probar la conexión, pulsa el tercer icono de la barra del escritorio, el navegador Konqueror. Esto es porque si no hay conexión de red, a mitad de instalación te dirá que no puede comprobar las actualizaciones de seguridad o algo así, y tendrás que decirle "que sí, que te oigo" manualmente.

Bien, la instalación tardó unos 45 minutos en mi máquina. Una vez terminada, toca resetear el ordenador, sacar el CD e iniciar el sistema con el flamante Linux instaladito y completo.

Un momento, ¿he dicho completo? ¡NO! Resulta que faltan cosas "indispensables" para el usuario medio, como los codecs para reproducir MP3 y ver DVDs, el navegador Firefox, el Emule (bueno, su clon para Linux) o el Mesenyer (de nuevo, su clon). Pero, ¡ah amigo! Hemos quedado en que somos seres humanos (al menos en parte), así que debe haber una manera sencilla de instalar todo eso.

Pues bien, la hay. Se llama Automatix. No hay más que ir a su página, y seguir las instrucciones para su instalación (es sencillo, incluso para humanos muy humanos). Al ejecutarlo nos aparecerá algo como esto:


Así de sopetón, este programa instalará entre otras cosas: el Firefox con todos los plugins (Java, Flash, Acrobat), el Acrobat Reader, todos los codecs multimedia habidos y por haber, utilidades de red (aMSN, Amule, Gaim, Bittorrent), fuentes adicionales, el navegador Opera, un antivirus (?!), el RealPlayer... y además actualizará el kernel y el KDE. Toma castaña. Eso sí, tardará MUCHO y además nos preguntará varias veces la contraseña de usuario (¿¿pa qué??) y otras cosas. Pero vale la lástima.

Bueeeeno, ahora sí que, en teoría, el sistema está completo. Vamos a probar algún MP3 que tengo en el otro disco duro. A ver, le doy al segundo icono de la barra de tareas y selecciono "Dispositivos de almacenamiento". Se me abre el Konqueror. Bien, aparece el icono del disco duro. Le doy y... "No existe una entrada para este dispositivo en fstab". ¿¿Pero qué demonios...??

Calma, caaaalma. Usa la fuerza, Luke. Es más fácil de lo que parece, concursante. No hay cuchara, Neo. Etc, etc... es hora de rescatar más cosillas de mis viejos conocimientos sobre Linux. Veamos, /etc/fstab es un fichero de sistema que contiene información sobre dónde y cómo se montan los dispositivos de almacenamiento. Vale, abro el susodicho fichero desde un terminal (K->Sistema->Konsole, sudo pico /etc/fstab) y añado la siguiente línea:

/dev/hda1 /media/jardisk ntfs default 0 2

Después hago un sudo mkdir /media/jardisk seguido de sudo mount /dev/hda1, y parece que se lo traga. Vuelvo al Konqueror, le doy al icono y... "No tiene permisos para entrar en /media/jardisk". ¡¡ARGH!!

No os quiero aburrir (aunque quizá ya ni habreis llegado hasta aquí, en cuyo caso estoy hablando solo, ¡qué horror!), pero después de una ardua investigación, descubrí que la línea en fstab debe ser en realidad así:

/dev/hda1 /media/jardisk ntfs default,umask=0000 0 2

Y tras esta miniodisea, entro por fin en el disco duro windosero. Mis Documentos, My Music, doble click en Dragon Ball GT - Hitori ja nai, se abre el Amarok (reproductor multitodo al uso) y... ¡funciona! ¡¡ESTÁ SONANDO!! ¡Y además no da saltos cuando abro otras ventanas! ¡Oeeeee...!

Después de este subidón, voy a probar el video. En efecto, se traga los MPEG, los AVIs y los WMV, im-prezionante (NO, no nos voy a decir con qué videos probé). Y el sonido no salta. Peeeeeeeroooooo... (redoble...) ¡SALTA LA IMAGEN!

¡Grmbfl! A ver si tocando algo de las propiedades de video arreglo algo. K->Preferencias del sistema->Pantalla. Modo administrador. Me dice que ha detectado la tarjeta "Voodoo Banshee", pero que está usando el driver genérico de vesa. Que si quiero probar a usar el driver de Voodoo Banshee. Pues bueno, prueba. "Lo siento, esta configuración no parece funcionar. Mensaje del servidor X:" (sí, el mensaje es ese: nada).

Y después de eso... nada. En ese momento ya era medianoche y un servidor madruga para ir a trabajar para, a su vez, ganarse la vida honradamente, así que... continuará.

Conclusión: ¿Linux para seres humanos? Sí, no lo niego. Pero no está de más tener un toque friki/jaquer/comunista para poder sobrellevar esas pequeñas incidencias. Aunque he de reconocer que buscando en el interdem hay cienes de informaciones que ayudan a desfacer tales entuertos: la comunidad se mueve (qué bonito suena eso).

Nota: Porfa, ¿alguien sabe cómo puedo ver los vidrios sin que me salten? Que quiero ver Densha Otoko...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para ver, crear, transformar, etc

http://www.mplayerhq.hu/

Eso si, este no es para humanos.

Anónimo dijo...

Tengo el mismo problema en Ubuntu con el MPlayer, con el agravante de que (obsoleto de mi) tengo un PII a 450.

Lo curioso es que con WinXP (que por cierto corre bastante bien, no como Gnome ni XFCE) y el reproductor oficial de DivX (www.divx.com) las pelis se ven de coña.

No es que eche pestes de Linux. De hecho hace más de un mes que lo uso diariamente.

Unknown dijo...

1) Al fin actualizas, clap clap clap
2) Yo me intenté pasar a Linux pero no conseguí configurar la tarjeta capturadora de TV, indispensable para ripear mis viejas cintas de VHS

Por lo demás mucho más estable que Windows, aunque acostumbrado al SO del tito Puertas cuesta adaptarse.